Inteligencia artificial en el ajedrez y en el póquer
El mundo de los juegos en general, y desde hace ya varias décadas, cuenta con una aliada importantísima para no perder terreno ni mercado: la tecnología. De hecho, se conoce que, para muchos jugadores de ajedrez o póker, los ordenadores se han vuelto una herramienta indispensable de entrenamiento debido a su avanzada capacidad de procesamiento. Tanto es así que, en ambos juegos, se necesita de personas aptas para lograr altos niveles de concentración, un ágil reconocimiento de patrones y por supuesto, velocidad de pensamiento, para elaborar estrategias de acción efectiva que desactiven al contrincante.
¿De qué va esto de la Inteligencia Artificial?
En el mundo actualizado de hoy existen programas, dentro de ordenadores, que aprenden tenazmente y en soledad, a ser los mejores del mundo hasta en aquellas áreas que ni imaginabais. Estos programas son capaces de pensar y tomar decisiones hipotéticas, siguiendo criterios útiles para la concreción de los objetivos programados. Hace algunos años, por ejemplo, IBM creó a «Deep Blue» un ordenador que venció en el año 1997, al campeón mundial de ajedrez Garri Kaspárov en 6 partidas por 3½ – 2½, convirtiéndose en la primer PC que derrotó a un jugador profesional bajo el ritmo de un torneo estándar.
¿Cómo una máquina consiguió algo así? Aproximándose a soluciones más heurísticas (un método que incluye pasos como identificar, definir, presentar, explorar, avanzar y solucionar un problema) que colocaban su raciocinio en interacción con una base de datos.
La discusión sobre hombres contra máquinas lleva varias décadas vigente, lo cierto es que situaciones como la que ocurrió con el campeón de ajedrez ampliaron el debate sobre la Inteligencia Artificial.
Para que un ordenador fuese capaz de vencer, se necesitó de años de investigación, estudios y actualizaciones en las que el ajedrez tuvo un rol fundamental. De hecho, un gran investigador británico afirmó que el ajedrez poco a poco se convertía en la «Drosophila melanogaster» de la Inteligencia Artificial. Básicamente, se refería a una mosca que en su momento fue tomada como «especie modelo» en la creación de patrones para determinar la historia de la evolución.
La Inteligencia Artificial está ganando terreno… también en el póker
En el ámbito del póker, quien ya disputó alguna vez una partida tiene al menos, una mínima noción que en este juego no se depende exclusivamente de las cartas colocadas en la mesa, sino que también existe un fuerte componente psicológico y estratégico que hace toda la diferencia en el resultado final. Por ende, pensar en robots u ordenadores capaces de jugar y lidiar con informaciones tan precisas, no es “una obviedad tan obvia”.
Los investigadores del área disfrutan del desafío de retar y derrotar a los mejores jugadores humanos y por ello dedican cada vez más tiempo a perfeccionar sus creaciones, están convencidos de que modificarán el futuro de la inteligencia artificial en el póker.
A comienzos de este año, un sistema denominado «Libratus» fue noticia en la prensa mundial, luego de vencer a cuatro de los mejores jugadores de póker del mundo durante un torneo en la categoría Texas hold ‘em (Dong Kim, Jimmy Chour, Daniel McAulay y Jason Les). En palabras de Jimmy Chou «lo que más impresionó fue cuan imprevisible y aleatorio consiguió maniobrar el post-flop. También parece entender algunas estrategias avanzadas que muchos competidores de alto nivel implementan en su propio juego. Hoy nosotros perdimos la batalla, pero mañana tendremos revancha.»
Cabe destacar que la tecnología fue desarrollada por investigadores estadounidenses para que aprenda a jugar mejor que un ser humano. La inteligencia artificial asimiló durante 20 días consecutivos diversas informaciones sobre acciones humanas, consiguiendo adaptarse a situaciones que requerían de acción y reacción. En definitiva, ¡todo un éxito!
Hombres vs Máquinas
Como ya se dijo, la idea de colocar sistemas de este tipo a competir contra humanos no es una idea nueva, sino muy por el contrario. Casi todas las áreas están siendo desafiadas por la Inteligencia Artificial, que pasa sus horas como una ratita de laboratorio, aprendiendo sobre todo lo que la rodea e intentando prever lo que esté por venir.
Poco a poco, los estudiosos demuestran que atrás quedaron las épocas en las que jugar contra un ordenador era aburrimiento asegurado. Hoy en día, la inteligencia integrada en las máquinas, lía las estrategias constantemente de forma aleatoria y si se busca vencer hay que estar a la altura de las circunstancias.
Aunque el creador de Libratus no ha revelado muchos datos sobre el cómo o sobre las técnicas empleadas por el sistema, es una realidad que, en cualquier ámbito, contar con una tecnología como ésta, va mucho más allá de algo lúdico. Tanto situaciones de negociación como de cualquier otra área de la vida cotidiana, podrían ser intervenidas incluso con más éxito del esperado.
Un par de décadas atrás, puntualmente en 1983, el cine de los ochenta ya nos introducía en esta ambigüedad hombre-máquina en la película «Wargames» o «Juegos de Guerra» dirigida por John Badham. La historia narra el fracaso de un grupo de militares puestos a prueba y su consiguiente sustitución por máquinas, quienes siguen las órdenes sin cuestionar, aun cuando existe la posibilidad de lastimar a millones de personas.
En aquellos tiempos el componente informático gozaba de mucha popularidad, quizás por el desconocimiento de la sociedad a cerca de sus alcances. El director a través de sus cameos y más allá de la historia puntual de cada personaje, intentó enviar una reflexión a todos sus espectadores: tened cuidado con andar delegando las decisiones de importancia capital a programas informáticos o a lo que hoy conocéis como inteligencia artificial. Algo puede salir mal.
Por suerte, la seguridad del mundo no depende ni de un juego de ajedrez ni de una partida de póker, así que Badham quédate tranquilo que hasta el momento estamos todos en buenas manos.
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